La Cruz de Linares

Vertiente norte, que comienza en la población de San Andrés, concejo de Oviedo. Por delante, algo más de 8km con zonas bastante duras, entre bosques, poblaciones y por último, una cima abierta con espléndidos paisajes, la Cruz de Linares.

Dejando la AS-228 que acompaña al río Trubia, comienza el puerto, con una fuente y un lavadero a nuestra derecha. El tranquilo inicio entre casas, pronto cambia bruscamente de golpe, los dos dígitos se clavan en la inclinación, llegando incluso a rondar el 19% por momentos. Este primer kilómetro al 12%, es el más duro sin duda y lo acompañan los siguientes 4km, que prácticamente hacen una media del 10% en total sus primeros 5km. Las siempre preciosas curvas de herradura, son cubiertas por bosques autóctonos con partes de serpenteantes rectas.

A medida que sumamos metros positivos, las ventanas al paisaje, van abriéndose paso entre los árboles. La poderosa orografía del valle Trubia, nos permite divisar a nuestra izquierda la sierra del Estopo, Valdolayés, el Monumento Natural del Desfiladero de las Xanas y la sierra de Serandi. Pronto cruzamos al concejo de Santo Adriano, donde un par de horquillas nos devuelven un punto de dureza en nuestra marcha. Los pasillos de vegetación y las siluetas en el fondo, son todo un espectáculo a nuestros ojos, mientras la dureza no cesa en el asfalto. Algo tan característico de esta zona y que bien representa muchas zonas conocidas, el Tenebredo, las Carangas, Dosango, la Collada de Aciera, la senda de Valdolayés…etc.

El cartel de Castañedo del Monte nos da la bienvenida a esta entrañable población, la iglesia de San Miguel y sus hórreos nos reciben. Mientras contemplamos la etnografía de la zona, la bicicleta comienza a temblar más de la cuenta y la dureza va «in crescendo», tenemos que agarrar fuerte el manillar porque un 20% llega a insinuarse en las curvas entre las casas, para continuar casi al 15% de media hasta no sobrepasar el cartel de fin de población. Esta zona, nos dejará vacíos momentáneamente y hasta aquí, la parte más dura del puerto.

Últimos 3km de la ascensión, mucho más fáciles, con descansos, coronando la sierra de Buanga y observamos el pico Grandamiana 868m a nuestra derecha. Entramos en el concejo de Proaza, con un nuevo asfalto y alcanzamos la población de Linares, que da nombre a esta subida. Pintoresca población, con muchos detalles y varios ejemplos de arquitectura tradicional, recogidos en el Inventario de Patrimonio Arquitectónico de Asturias. Cruce de caminos de antaño, en el Camín Real de la Mesa. Un descanso para nuestras piernas, llevándonos al último kilómetro que no da tregua al 10%, cruzando el paso de ganado canadiense, llegamos a la braña de pastoreo y culminando este puerto, en el mirador de Linares 835m. Las vistas al Aramo hablan por sí solas, peña Forcada, Peña Rueda, los Fontanes…etc.

Un puerto en toda regla, poco transitado de tráfico y aún bastante desconocido, no deja indiferente a nadie. La dureza y preciosidad son sus rasgos, la proximidad y enlace con otros puertos, le hace un perfecto escenario de batallas. Tenebredo, Bandujo, Cobertoria por Cortes, Ermita del Alba, Puerto Ventana e incluso el Gamoniteiro, son algunas posibilidades. Todo un destino cicloturista en Asturias Paraíso Ciclista, la Cruz de Linares.